María Teresa Campos no atraviesa su mejor momento. A la espera de tener un nuevo programa de televisión, su situación es delicada. Preocupa su estado anímico, el mismo que refieren a cotilleo.es está siendo demasiado bajo. A pesar de que ella intenta aparentar tranquilidad, la procesión va por dentro. Tanto es así, que sus hijas Terelu y Carmen están realmente preocupadas. Pretenden protegerla de todo cuanto ocurre fuera de esa «burbujita» en la que, han confesado, vive su madre en estos complicados momentos. Además, la relación con Bigote Arrocet tampoco estaría atravesando su mejor momento.
2Mis hijas, mi dolor
Si algo le duele a María Teresa son sus hijas. En estos momentos, Terelu está más que nunca en el ojo del huracán. Su vida y milagros son analizados con lupa. La comunicadora observa con horror como su hija se ha convertido en contenido para Sálvame. Más bien carnaza, considera ella al verla derrumbarse tarde a tarde. María Teresa ha intentado echarle un cable a Terelu pero de nada ha servido su intermediación. Ya no tiene mando en plaza
Los días de gloria de la Campos son cosa del pasado. Tampoco tiene la cuota de poder que disfrutaba antaño. Todo esto afecta al devenir profesional de Terelu, que se ha quedado en colaboradora rasa sin posibilidad de volver a presentar. A María Teresa se la llevan los demonios por más que diga que en Sálvame a ella la tratan fenomenal. El hecho de que no hayan contado con ella para volver a ejercer de defensora de la audiencia ha sido un durísimo golpe.
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