La relación de doña Letizia, Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín nunca ha sido fluida. El ex deportista no apoyó a la periodista cuando recaló en Zarzuela. A pesar de que se ha dicho que la hermana de don Felipe fue un brazo al que se asió la Reina, las cosas no son como las pintan. P
5Una madre sobreprotectora
Los Reyes tuvieron claro desde la traca de Noos que debían mantenerse completamente alejados de los ex duques de Palma. La infanta Cristina no tendría presencia institucional ni familiar. Además, también se quedó fuera de la lista civil, lo que significa que no recibe ni un euro del presupuesto que el Rey reparte, a su criterio, entre sus familiares. En cuanto a Iñaki, se dejó bien claro que no podía acercarse a ninguna de las residencias de la familia real. Esta medida también afectó a los hijos de la infanta, que vieron reducida su presencia en España. La misma se limitó a unos días en verano, junto a doña Sofía, en Palma.
Doña Letizia rizó más el rizo cuando decidió que sus hijas no tendrían contacto con los niños Urdangarín. Una medida que se consideró excesiva dado que los pequeños no tienen ninguna culpa. Sin embargo, no hubo tiempo para discusiones. Así es la Reina, cuando toma una decisión, no hay quien la mueva. Y más en lo relativo a las infantas Leonor y Sofía, con las que demuestra un exceso de celo que ha provocado más de un malentendido familiar. Esto ha hecho que algún especialista en educación infantil recomendara a la soberana que se relajara un poco en relación a sus pequeñas.