La relación entre don Felipe y doña Letizia siempre ha estado en el ojo del huracán. Ambos son muy diferentes. Mientras él tiene un carácter conciliador y sabe templar las situaciones, ella es puro fuego. No se corta un pelo a la hora de mostrarse tal cual es. Esto ha provocado más de una situación complicada. La lista de damnificados de la Reina es alargada. Y, tal vez, ¿merecida?
3No queremos prensa
Sobre el carácter de doña Letizia se han dicho muchas cosas. Se la ha pintado como una mujer de gran sensibilidad, sencilla de trato y cercana. Sin embargo, esto se contradice con su comportamiento. De la pareja, ella es la más contraria a la prensa. De hecho, la considera el enemigo, de ahí que la quiera bien lejos. Los que pensaron que las puertas de Zarzuela se abrirían con su llegada, se equivocaron. La Reina no solo ha blindado su parcela, también la de su marido y sus hijas.
Uno de los compañeros de trabajo con quien compartió la soberana en México expresó que sería muy difícil que ella olvidara esta faceta de su vida porque amaba la profesión. Pues bien, durante uno de los posados de los Reyes y sus hijas en Palma de Mallorca, doña Letizia expresó que no se molestaran en preguntar nada a las infantas porque estaban muy bien adiestradas. Más de uno y de dos casi se caen al suelo. Esto se hace extensivo a la relación de las niñas en el colegio. Parece que tanto Sofía como Leonor tienen prohibido explicar lo que ocurre en su casa. Ciertamente, esto se antoja incompatible con esa niñez bañada de normalidad que la pareja ha trasladado desea para sus hijas.