Letizia Ortiz se consideraba suficientemente preparada para reinar cuando se casó con don Felipe. Fue en esa época cuando se dio de bruces con la realidad. No lo encajó bien porque le disgusta sobremanera no estar a la altura de las circunstancias. Y más entonces, que muchos en la familia la hacían de menos.
7Letizia, una mujer endurecida
El periodista Isidre Cunill escribió en su libro Letizia, una republicana en la corte del Rey Juan Carlos, sobre la extrema delgadez que la Reina observó en sus primeros tiempos de casada. “Hasta tal punto la delgadez era extrema que se llegó a afirmar que doña Letizia padecía anorexia. Demasiado sufrimiento, demasiada incapacidad para frenar los rumores que sobre ella se decían. Todo este conjunto de situaciones la ha ido endureciendo. Si ya era inflexible y controladora durante su etapa de periodista ahora se ha convertido en una mujer déspota, dominante y autoritaria, que mantiene una actitud altanera respecto a su familia política y que actúa con autoritarismo con el personal de la Zarzuela, que le han asignado el apodo de La jefa”.
Isidre ahonda en la brecha abierta entre doña Letizia y su familia política: “Letizia sabe que tiene a don Felipe a sus pies, en una posición de sumisión y servilismo. El príncipe de Asturias está muy enamorado de su mujer y es un títere en sus manos. La princesa ha logrado dividir a la Familia Real y mientras el Rey no la soporta –desde el momento mismo en que supo que iba a contraer matrimonio con su hijo- la Reina como ‘gran profesional que es’, en palabras de don Juan Carlos, trata de mediar en tan conflictivo panorama.