La periodista Letizia Ortiz tenía muy claro que Felipe de Borbón era el hombre de su vida. Sabía que no sería fácil dejar de ser periodista para convertirse en princesa. Sin embargo, el amor derribó todos sus miedos. Tocaba decir adiós a una existencia tranquila para colocarse en el centro de la diana. ¿A qué ha tenido que renunciar Letizia para ser doña Letizia?
3Golpes bajos
En la vida de doña Letizia tiene un gran peso su abuela paterna, Menchu Álvarez del Valle. A ambas les unen muchas cosas. Tras entrar a formar parte de la familia real, la entonces princesa de Asturias quiso seguir visitando a Menchu con frecuencia. Sin embargo, no ha podido desplazarse a Sardéu tanto como le hubiera gustado porque la maquinaria echó a rodar. Nos referimos a unas historias para no dormir que alguien inventó sobre unas prebendas que los Ortiz habrían recibido tras el matrimonio de doña Letizia con don Felipe.
Aunque el tiempo ha demostrado que todo era un libelo, hay quien se empeña en seguir insistiendo. Hace unos años, Menchu Álvarez del Valle se desplazó a Marbella para pasar unos días con amigos y de paso acudir a una clínica. Pues bien, se dijo entonces que la periodista disfrutaba de chófer por cortesía de su nieta. Nada más lejos de la realidad. Menchu se movía por la localidad malagueña acompañada por sus amigos, que se encargaban de llevarla a hacer sus gestiones en coche. Sin duda, todo este tipo de comentarios maledicentes han hecho que doña Letizia y sus familiares puedan verse menos de lo que les gustaría. El qué dirán manda en la etapa más íntima de la Reina.