La periodista Letizia Ortiz tenía muy claro que Felipe de Borbón era el hombre de su vida. Sabía que no sería fácil dejar de ser periodista para convertirse en princesa. Sin embargo, el amor derribó todos sus miedos. Tocaba decir adiós a una existencia tranquila para colocarse en el centro de la diana. ¿A qué ha tenido que renunciar Letizia para ser doña Letizia?
2Todos contra Letizia
Para doña Letizia fue duro tener que escuchar muchas cosas que se dijeron sobre ella sin poder defenderse. Aunque a diario recibe un resumen de prensa que le preparan en Zarzuela, no se resiste a navegar por internet para leer las noticias que la tienen como protagonista. Le hubiera gustado contestar pero su posición real se lo impide. Urdaci recordó en LOC lo duros que fueron esos días para la entonces princesa de Asturias.
“Los dos primeros años fueron difíciles. Pasado el primer entusiasmo por la noticia de la boda se pondría en marcha lo que Pepe Oneto vaticinó a los Príncipes una noche en el Teatro Real: ‘Pronto se pondrá en marcha la máquina de picar’. La tesis de los que manejaban la máquina sostenía que un aire plebeyo y republicano había entrado en Palacio. Se apoyaba en la impresión de que Letizia no sería capaz de adaptarse, de soportar la presión, en la idea de que su pasado la hacía débil, y en la certeza de que su familia sería un inconveniente. En esto coincidían partidarios de la reinstauración republicana y conservadores”.
Así continúa con su relato Alfredo Urdaci: “Un día escuché decir al ex presidente Aznar: ‘Esta boda a los socialistas les da igual, y a nuestra gente no le gusta’. El foco se concentró en la Princesa. Su sentido de la responsabilidad le llevó a transmitir una imagen de desasosiego, al tiempo que se desvanecía aquella espontaneidad del ‘déjame que termine de hablar’ del día de la pedida. Una frescura que había sido recibida con aplauso y polémica”.