Isabel Preysler brilló con luz propia en la prensa del corazón tras su divorcio de Julio Iglesias. Poco a poco, la celebrity consiguió hacerse un hueco hasta convertirse en personaje por derecho propio. Todo en ella interesaba. Eso ocurrió en 1978. Desde entonces hasta ahora, mucho han cambiado las cosas. Te contamos cómo se ha producido el ocaso de la Preysler.
2Tres son multitud
Cuando se casó con el marqués de Griñón, Isabel Preysler ya era un personaje que brillaba con luz propia. Hay quien tiene la teoría que Isabel confundió el cariño con el amor. De la relación nació Tamara, la hija favorita de la filipina. Fue en un acto público donde Isabel conoció a Miguel Boyer. Se gustaron nada más verse y poco después empezaron un romance clandestino. Ambos estaban casados, y mientras la esposa del entonces ministro de Economía estaba enterada de todo, Carlos Falcó parecía ajeno a la situación.
Tras la boda con Miguel, Isabel aseguró que iba a mantener un perfil bajo. Ciertamente, disminuyó sus apariciones en actos pero no renunció a las exclusivas con sus hijos. A las mismas se unió su última hija, Ana. En cuanto a acciones publicitarias, siguió unida a sus firmas de confianza. Quienes han trabajado con ella señalan que es una persona de trato exquisito.
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