Mónica Hoyos atraviesa momentos difíciles. Y es que desde que Miriam Saavedra apareciera en la vida de Carlos Lozano, su nombre está en boca de todos. Miriam no ha dejado de darle estopa en los platós acusándola de historias para no dormir. El asunto se ha recrudecido desde que anunciara su ruptura con el presentador.
Tal como ha podido comprobarse, Saavedra está decidida a rentabilizar el adiós con Carlos Lozano. Le da igual que él le haya pedido prudencia. Ni corta ni perezosa, hace poco se sentó en el Deluxe para explicar que mantuvo un encuentro sexual con el comunicador durante una visita que le hizo. Lógicamente, ante esta situación, Lozano no quiere saber de ella y ha llegado a expresar su deseo de que pronto tenga novio para que así lo deje tranquilo.
Lo cierto es que Mónica lleva tres meses aguantando que Miriam se refiera a ella en televisión de forma nada amistosa. Vuelve a jugar la carta de la mala, malísima que ha conseguido su propósito, romper su relación con Carlos Lozano. Sin embargo, la realidad es otra muy distinta. Aquí nada ha tenido que ver Mónica Hoyos, volcada en su hija, en el trabajo y sin tiempo para elucubrar guiones maquiavélicos como los que Saavedra le achaca.
La decisión más esperada
Aunque nunca hubiera deseado hacerlo, Mónica ha tomado una decisión para acabar con esta situación de hostigamiento que vive por parte de Miriam. Ya ha iniciado acciones legales. El primer paso, interponer papeleta de conciliación. Según la respuesta de Saavedra, así discurrirá la demanda.
El abogado elegido por Mónica Hoyos es Nacho Toledano, una de las primeras espadas en Derecho al Honor. Como decíamos antes, a la presentadora le ha costado mucho dar el paso. Sin embargo, una vez que lo ha hecho, llegará hasta el final. No debe tomarse a broma el asunto Miriam Saavedra, pues Mónica va a solicitarle una indemnización de 150.000 euros, que se retracte de las declaraciones que considera incendiarias y perjudiciales, así como que no vuelva a referirse ni a ella ni a su hija en los medios.