La llegada de Letizia Ortiz a la vida del príncipe de Asturias estuvo rodeada por una operación orquestada para poner a los españoles ante un hecho consumado. Se trataba de que no hubiera margen de maniobra para que la elección sentimental de don Felipe fuera reprobada. Y a partir de aquí se empezó a escribir la historia de doña Letizia. Quedan muchas preguntas por responder sobre su vida anterior. Descubrimos los secretos mejor guardados de la periodista que desapareció tras la Reina Letizia.
10Boda por sorpresa
La Reina quería controlar al máximo a los suyos para que no metieran la pata. Era consciente de que su origen social sería objeto de críticas, y no se equivocó. Aquello de “La nieta de un taxista” se pronunció y escribió hasta la saciedad. Ella misma se encargó de hablar con sus familiares para pedirles discreción.
Al final, los Ortiz Rocasolano ya no podían más con la presión de doña Letizia, que estaba de los nervios. Quería que nada escapara a su control. Así las cosas, a su padre, Jesús Ortiz, no le quedó más remedio que casarse con Ana Togores, con quien llevaba años de feliz convivencia sin firmar papel alguno. La pareja ya tenía una hija.
Quizás fuera un guiño a doña Sofía, muy estricta y observadora de las costumbres, que no ve con buenos ojos que las parejas compartan lecho sin antes pasar por la vicaría. Sea como fuere, el caso es que a Jesús y Ana les tocó hacer el paripé y celebrar una boda a toda prisa antes de la don Felipe y doña Letizia. A pesar de todo, Ana Togores se quedó fuera del enlace. Es cierto que han contado con ella en otras ocasiones familiares. Eso sí, la premisa es que no sea captada por los medios. Así las cosas, Ana permanece en una sala hasta que se han marchado cámaras y fotógrafos. Lógicamente, cuando se reúne con la familia, lo mejor ya ha pasado. Ha ocurrido en los bautizos de las infantas Leonor y Sofía.
Letizia se desdibuja
La Operación Letizia también ha afectado al aspecto de la Reina. No es casualidad que su rostro haya mutado. Quien diseñó este apartado, lo hizo con la intención de suavizar los rasgos de doña Letizia para que resultaran menos agresivos. Se sometió a una rinoplastia y su nariz prominente desapareció. En cuanto a la redondez de su óvalo facial, eso se ha conseguido a base de medicina estética. También se puso especial hincapié en borrar las arrugas tan llamativas que antes de casarse tenía alrededor de los ojos, lo que se conoce como patas de gallo.
Poco a poco, la periodista fue desdibujándose hasta parecer en otra persona. No cabe duda que ha ganado con el cambio. Sin embargo, algunas voces han señalado que ha acabado convirtiéndose en un clon de Rania de Jordania. A pesar de todo, con el paso de los años, la Reina pisa fuerte, tanto que han tenido que llamarle la atención.
Este verano, doña Letizia tiene una prueba de fuego en Palma. Allí tendrá que dejarse ver y compartir con su familia política. La metedura de pata con doña Sofía le ha hecho perder enteros y se ha tenido que diseñar una estrategia de cara a la galería para que recupere los puntos perdidos. ¿Saldrá victoriosa? Disciplinada es, y mucho. Por tanto, hará lo que se espera de ella. Otra cosa es que transmita, su auténtico talón de Aquiles.
Y ahora ¿el divorcio? Sin duda, una de las noticias más candentes y que más revuelo están causando son la posible separación entre Felipe VI y Letizia Ortiz.
Las especulaciones, llevan vigentes desde hace muchos meses, pero sin duda, empezaron a cobrar mayor fuerza desde el famoso suceso de Palma. Pese a que todo el mundo pone la mano en el fuego y afirma que la presunta separación es cuestión de poco tiempo. Nosotros afirmamos que no todo es plata lo que reluce.