José Mota se mantiene cauto al hablar de los problemas de su chalé

El pasado lunes tuvo lugar en Madrid la entrega de los Premios Naranja y Limón. Unos galardones organizados por la Peña Periodística Primera Plana y que se celebraron en el Hotel Eurostars Suites de Mirasierra.

Como viene siendo tradición los premios, que este año cumplieron 45 años, reconocen a aquellos personajes públicos que son más dulces, como la naranja, y más agrios, como el limón, en cuanto al trato con los medios de comunicación se refiere.

Y entre los galardonados al premio naranja, por su accesibilidad y cercanía con la prensa, destacó el humorista José Mota, que acudió a la cita del brazo de su esposa Patricia Rivas, luciendo barba y enfundado en un look de lo más informal. Pues el cómico se decantó por lucir unos tejanos, una camisa azul marino a conjunto con sus zapatos y una americana color camel.

José Mota se mantiene cauto al hablar de los problemas de su chalé

Una vez más, Mota, y haciendo honor al galardón que le otorgaron, hizo gala de su simpatía y se mostró muy atento con todos los medios allí presentes. José confesó estar «encantado» con el premio y «muy agradecido a la organización«. De hecho, tal era su emoción que el actor quiso dedicar el galardón a su mujer e hijos, y también a su madre «que sé lo siente especialmente porque vivió mis comienzos«.

La polémica de su casa

Aprovechando su presencia en los Premios Naranja y Limón, el cómico no quiso perder oportunidad de pronunciarse al respecto de la estafa que sufrió con la constructora encargada de realizar obras en su nueva vivienda. Un chalé ubicado en la zona de Mirasierra, que tiene casi 1.000 metros cuadrados y que el actor adquirió el verano pasado.

Una situación con la que el cómico ser quiere mantener «cauto» porque «todo lo judicial está aún por venir y se tienen que evaluar los daños«. Y es que la problemática con el aislamiento de su casa no está siendo nada fácil para el actor.

Sin embargo, Mota, que confesó que «en su momento» dirá algo a la prensa, afirmó rotundo que «hay mucha gente que está haciendo un trabajo muy digno y bien hecho y que por culpa de cuatro sinvergüenzas, pagan los que son serios y los que hacen bien su trabajo.