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domingo, 24 noviembre 2024

El insólito primer casting de Gran Hermano de Sofía Suescun y Maite Galdeano

Cotilleo.es ha tenido acceso al primer casting que Sofía Suescun y Maite Galdeano realizaron para poder entrar en Gran Hermano. Y, a juzgar por las imágenes, mucho ha llovido desde entonces. Pues nadie se podía imaginar que aquella madre e hija se convertirían, en cuestión de meses, en un potente e imparable tándem televiviso.

«Bueno yo soy Sofía tengo 18 años y soy de Pamplona». Así se presentaba la actual concursante de Supervivientes ante las cámaras de Gran Hermano. Una chica, aparentemente tímida, que afirmaba que «a día de hoy, soy lo que soy por mi madre porque me ha enseñado a vivir sola, a relacionarme con la gente y a sacar lo bueno de cada persona».

El insólito primer casting de Gran Hermano de Sofía Suescun y Maite Galdeano

Sin embargo, su madre, Maite Galdeano, ya apuntaba maneras. Aunque, con el tiempo las ha ido perfeccionando. Y es que la que fuera conductora de autobuses llegó dispuesta a meterse a los miembros del casting de GH en el bolsillo. Pues no solo dijo que «me encanta dirigir mi vida y en el plano amoroso también disfruto a tope», sino que, ante el asombro de los allí presentes, confesó su deseo por ser «presidenta del Gobierno» porque «tengo mucha energía y cambiaría el mundo».

El insólito primer casting de Gran Hermano de Sofía Suescun y Maite Galdeano

Y vaya si lo han cambiado. Con sus arrebatos dentro de la casa, Maite desquició a todos los allí presentes. Tanto es así que rogaban encarecidamente su expulsión. Y, una vez fuera de la casa, Maite aprovechó su tirón mediático para sentarse en todos los platós de Mediaset, desvelar sus secretos más escatológicos y hacer bailar (o llorar) a más de uno a ritmo de La papela del camión.

Mientras que Sofía, tras alzarse con el maletín en Gran Hermano y protagonizar un imposible romance con Suso Álvarez, se sentó como flamante tronista en MYHYV y arrasó. Tanto es así que el sevillano Hugo Paz no pudo sucumbir a sus encantos y se fueron felices y enamorados del programa. Aunque, muy a nuestro pesar, poco les duró el amor. Y es que Hugo le fue infiel a la de Pamplona con una camarera.

El insólito primer casting de Gran Hermano de Sofía Suescun y Maite Galdeano

¿Y ahora? Pues ahora ambas siguen dando guerra. Y lo hacen gracias a otro reality: Supervivientes. Sofía es la encargada de revolucionar las aguas hondureñas a golpe de romances, reproches y discusiones. Mientras que «la Maite«, en tierra firme, está defendiendo a su hija como la que más y saca las uñas contra todo aquel que se lo haga pasar mal a su hija. Y eso bien lo saben los que fueran ex pareja de Sofía, como  Alejandro Albalá y Hugo Paz.

Y es que si por algo destaca Gran Hermano, es por ser uno de los realities que ha revolucionado la televisión. A lo largo de sus dieciocho ediciones, muchas cosas les han ocurrido a los concursantes. Ha habido de todo, rosas y espinas. Cuando todo indica que no habrá Gh29, hacemos un repaso por los episodios más dolorosos sufridos por quienes fueron habitantes de la casa de Guadalix de la Sierra. Llegaron con una maleta cargada de ilusiones pero la suerte les fue esquiva. Hay quien se atreve a hablar de maldición.

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Tropecé dos veces con la misma piedra

Mónica Ruiz se enroló en la primera edición de Gran Hermano como reserva. La marcha de Silvia hizo que alcanzara su sueño: poder concursar en el reality de Telecinco. Sin embargo, cuando todavía estaba aclimatándose a su nueva vida, dos medios de comunicación publicaron que estaba relacionada con el mundo de la prostitución.

Según Interviú e Información, la mallorquina trabajó durante tres años en un club de alterne situado en Alicante. Esta actividad la compaginaba con la de azafata en una compañía naviera. Dado que lo de María José Galera estaba muy reciente, nadie entendió cómo a la productora de Gran Hermano se le pudo pasar algo así. La protagonista reconoció que mintió durante el casting cuando le preguntaron si en su pasado existían hechos similares a los de María José. Su respuesta fue un no rotundo.

Cuando los responsables de Gran Hermano tuvieron conocimiento de lo sucedido, llamaron a Mónica al confesionario para decirle: “Es preciso que nos saltemos las normas un poco para darte información del exterior”. Posteriormente, le recriminaron que hubiera ocultado esa información. Ella respondió: “Yo sabía que eso existía. Me arriesgué y pensé que iba a ser su palabra contra la mía”.

Al conocer la situación, Mónica se vino abajo y necesitó ayuda psicológica. Ante ella tenía otra complicada papeleta, explicar a su familia esa doble vida que había llevado durante años. En cuanto se recuperó, inició acciones legales contra los medios que publicaron la información y desapareció de la escena pública. Aseguran que volvió a su trabajo de azafata en una compañía naviera.

Años después, cuando lo sucedido estaba olvidado, Mónica Ruiz concedió una entrevista en DEC para hablar del asunto. Fue una decisión que sorprendió a propios y extraños ya que significaba hurgar en una herida que estaba cerrada. El debate se reabrió pero duró poco, muy poco, y la ex gran hermana volvió a su vida anónima en Mallorca.