Don Felipe sabe que ha hecho demasiado caso de su esposa y que eso le ha pasado factura. La Reina Letizia tenía claro que sería ella quien marcaría el rumbo de la familia real. El Rey le dejó hacer y los años han demostrado que se equivocaron. El reinado de la pareja ha estado marcado por una política de apartheid en relación a los Reyes Eméritos y las infantas.
10A contracorriente
La vida que don Felipe y doña Letizia habían diseñado se ha vuelto en su contra. Si quieren seguir reinando, deben modificar cosas. La primera, recuperar la relación familiar. Será en Palma donde veremos a los diferentes miembros del clan mezclarse. Tampoco se descarta que los Borbones posen unidos y felices en una foto que sería la primera de su género en años.
A la Reina le apetece menos y nada esta reunificación familiar. Sin embargo, es consciente de que tiene que apechugar. Cometió un grave error aquel día en que impidió que su suegra se fotografiara con Leonor y Sofía. De esos polvos, vienen estos lodos. Está por ver si su imagen mejora en caso de que muestre la mejor versión de ella misma el próximo mes de agosto.
Hace años que la familia Borbón campa cada uno por su lado. Dicen que quien más sufre por esta circunstancia es doña Elena, muy sensible para estas cuestiones. No va a resultar fácil convencer a la opinión pública de que todos se llevan bien. De hecho, han chirriado las dos salidas que doña Letizia y doña Sofía han realizado juntas y en las que la Reina Emérita ha posado con sus nietas. Ciertamente, parecía guionizado. Falta naturalidad.