Nerea Rodríguez ha hecho empañar los ojos a sus compañeros de edición. Y el motivo no ha sido otro que el de sumar un éxito más en su carrera. Pues la triunfita se estrenó la pasada noche en el Teatro Lara como actriz y debutó en la obra de teatro La Llamada, espectáculo escrito y dirigido por Javier Ambrossi y Javier Calvo.
Y su nueva faceta como actriz ha sido posible gracias a Los Javis, quienes fueron sus profesores durante la estancia de la catalana en la academia de Operación Triunfo y se enamoraron de su talento y personalidad. Tanto es así que no dudaron en contar con ella para formar parte del elenco de su espectáculo musical. Una obra en la que Nerea da vida a María Casado y comparte escenario junto a Andrea Guasch, Paco Arrojo, Angy Fernandez, Lucía Gil, Erika Bleda y Alicia Orozco.
Y para tan señalada ocasión, no podían faltar sus compañeros de edición. Aunque eso sí, no asistieron todos. Pues entre los ausentes destacó la presencia de Alfred García. Y es que el catalán, que ha llegado hace pocos días de su aventura portuguesa, se encuentra en Barcelona inmerso en los preparativos de su nuevo trabajo musical.
Sin embargo, sí que estuvieron presentes sus compañeros y amigos de OT como Cepeda, Roi, Aitana, Míriam, Amaia y Ana Guerra. Y es que estas dos últimas, se alegraron tanto de la nueva faceta de su amiga que al verla, después de la actuación, no pudieron contener sus lágrimas y se fundieron en un fuerte y cálido abrazo.
La fiesta después del debut
El debut de Nerea se merecía una celebración de nivel. Y así fue. Pues para celebrar que el musical había sido todo un éxito, la actriz novel y sus compañeros de edición se trasladaron, capitaneados por Los Javis, a un local próximo al Teatro Lara para festejar su reencuentro de la mejor manera: con bailes, música y bebidas.
¡Y qué fiesta! Pues la celebración, a la que también se añadieron Ricky y Mimi, duró hasta altas horas de la madrugada. Y, a juzgar por las historias que Javier Calvo compartió en su cuenta de Instagram, todos se lo pasaron a las mil maravillas.
Aunque si hubo alguien que se desmelenó, y nunca mejor dicho, no fue otra que la mismísima Amaia Romero. Pues la navarra lo dio todo, junto al que fuera su profesor Javier Calvo, y en ningún momento paró de bailar y cantar. Y es que la triunfita tiene que librarse, de alguna forma, de todas las presiones acumuladas durante su estancia en Portugal para representar a España en Eurovisión.
Cuál será el motivo de la siguiente celebración? ¿La oficialización del romance entre Aitana y Cepeda?