La relación de doña Sofía con sus cuñadas nunca ha sido fluida. Especialmente, con doña Pilar, que sentía adoración por su padre y siempre vio como una traición que su hermano mantuviera tan buena entente con Franco. Repasamos ahora los hechos que han marcado las circunstancias de esta familia protagonizando un auténtico choque de trenes y dividiéndola en dos bandos casi irreconciliables.
4La venganza
El 22 de noviembre de 1975 tuvo lugar la proclamación de don Juan Carlos I como Rey de España. El acto destacó por su sencillez, nada que ver con la pompa y el boato que suele utilizarse en estas ocasiones. Personalidades de muchas partes del mundo acudieron a la cita histórica. En el caso de las infantas Pilar y Margarita, telefonearon a su padre para que les diera instrucciones sobre si asistir o no. Don Juan las animó a que lo hicieran y luego corrieran a explicarle.
Aquel día, doña Sofía se cobró su particular venganza. No tuvo que hacer nada, el destino se encargó de todo. El solemne acto se celebró en las Cortes. Pues bien, allí acudieron doña Pilar y doña Margarita acompañadas de sus respectivos maridos, Luis Gómez Acebo y Carlos Zurita. Las dos parejas se disponían a coger el ascensor para acomodarse en los asientos que les habían asignado. No pudieron hacerlo porque una voz les recordó que el elevador estaba destinado a las personas importantes.