Kiko Rivera es noticia, muy a su pesar, desde que anunciara su retirada de la vida pública por una fuerte depresión. Lo cierto es que solo sus más íntimos sabían que estaba mal. De cara a la galería, se le suponía en su mejor momento. Sin embargo, la procesión iba por dentro. Analizamos en profundidad la situación en que se encuentra y otros episodios que han influido negativamente en su vida.
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La depresión de Kiko Rivera ocupa y preocupa a los suyos. Su hermano Fran ha declarado que la vida hay que vivirla porque cuando llegan los malos momentos, se acabó. El diestro hacía referencia al estado en el que se encuentra su hermano. Lo cierto es que el DJ no está bien y para recuperarse necesita apartarse del ojo público. Así lo han considerado los médicos que le tratan.
Los facultativos que atienden a Kiko han previsto que necesitará unos seis meses para volver a ser él. Durante este tiempo, el DJ recibirá tratamiento físico y psicológico para poder salir del pozo en el que se encuentra. De momento, está previsto que el mismo se produzca de forma ambulatoria. En caso de no avanzar como se espera, sería necesario su ingreso. Todo depende del ambiente que respire y de la respuesta a los estímulos que recibirá vía médica.
Kiko cuenta con una gran ventaja, y es que sus seres queridos le apoyan en todo y están ahí para lo que necesite. Isabel Pantoja ha sacado fuerzas de flaqueza para estar con su hijo en tan duros momentos. También Irene Rosales se está volcando para que su marido salga adelante. Sin duda, los cuidados de su madre y de su esposa, junto al revulsivo que significan sus hijos, serán un buen lugar para asirse y retomar el vuelo.
2La fama cuesta
El DJ ha comprobado en carne propia que la fama cuesta. Personas de las que se fio acabaron traicionándole. En ese grupo están las ex que protagonizaron portadas de Interviú y largaron lo más grande. Es por eso que tanto valora la discreción de su esposa. Cierto que Irene ha realizado una entrevista hablando sobre el momento que atraviesa Kiko pero también es verdad que tiene un vínculo con la publicación y de ahí sus palabras.
En cuanto a los representantes, Kiko también ha tenido problemas. En alguna ocasión, quienes dirigieron su carrera, cuando se rompió la relación, acabaron contando las intimidades compartidas. Su forma de vivir hizo que abandonara a sus auténticos amigos para depositar su confianza en relaciones que nacieron al calor del interés.
Quienes conocen a Kiko Rivera saben que es de carácter confiado. Por más que le han advertido que vigile con quien se junta, se deja llevar por su instinto y acaba cayendo en un pozo sin fondo. De hecho, algunas imágenes donde aparecía muy perjudicado fueron grabadas por personas de su círculo más íntimo.