En 2015 el colaborador de Sálvame, Kiko Hernández pronunció, en directo, la frase: «Campanario se ha caído en el cuarto de baño por un ataque de ansiedad provocado por una bronca con su marido».
Y estas palabras son las que le han llevado a sentarse en el banquillo de los acusados. Pues la esposa de Jesulín de Ubrique decidió tomar medidas legales e interponer una demanda de 50.000 euros contra el colaborador de Telecinco.
La entrada en los juzgados
A su llegada a los juzgados, María José Campanario, que se mostró seria y cabizbaja, no quiso hacer ningún tipo de declaración a los medios allí presentes.
Sin embargo, su enemigo número uno, Hernández, que llegaba ocultando su rostro bajo unas oscuras gafas negras y muy seguro de sí mismo, sí que quiso hablar. Y sentenció: «Ha contado sus problemas hasta diez veces en exclusivas de revistas y luego me demanda por hacer un comentario»,
La polémica salida del juicio
Tras verse las caras con la Campanario, el colaborador aireaba que durante el juicio la odontóloga le había hecho varias fotos antes de entrar. Además, Hernández también dijo que María José no se mordió la lengua y le insultó cuando abandonó la sala, diciéndole: «Mira el gilipollas este».
Por su parte, la esposa de Jesulín de Ubrique se mostró bastante más sonriente que a su llegada, aunque tampoco quiso prestar declaraciones a la prensa. Sea como fuere el fiscal pidió la absolución del caso.
Kiko no es el único
El que fuera concursante de Gran Hermano no es el único que se ha visto las caras con María José Campanario delante de un juez.
Pues su amiga y compañera Mila Ximénez y el reportero del programa José Antonio León, también lo tendrán que hacer. Y es que la mujer de Jesulín de Ubrique les ha demandado, al igual que a Hernández, por las informaciones que ambos han dicho sobre ella, en referencia a su estado de salud. Y es que el verano pasado fue crítico para la odontóloga. Pues la fibromialgia que parece la mantuvo ingresada en un centro psiquiátrico.