Eran muchas las voces que se preguntaban dónde estaba Belén Esteban. Tras su victoria judicial a Toño Sanchís, la colaboradora había desaparecido de la faz de la televisión. Sin embargo, ha sido ella misma la que ha querido compartir con sus seguidores unas fotografías en compañía de su novio, Miguel Marcos, mientras disfrutaba de un viaje en alta mar (sic). Felices, compartiendo momentos cargados de romanticismo, Belén y Miguel posan ante las cámaras que les fotografían. Flash, flash. Y, entre toma y toma, la Esteban se refresca con un cocktail de lo más apetecible.
Tanta felicidad ha provocado un aluvión de críticas en las redes sociales. Las imágenes de la pareja saboreando lo dulce del amor acumulan más de 6.000 comentarios. Más del 80% hacen referencia al sobrepeso evidente de los protagonistas y al tallaje minúsculo del bikini de la copresentadora: “ballena a la vista”, “cómprate un bikini de tu talla”, “más fea y no naces”, “te odia todo el mundo no hay más que leer estos comentarios” son solo un ejemplo de los insidiosos comentarios de los instagramers. Pero la polémica sobre su salud viene por otra fotografía.
8Su cambio más dramático
De todos los cambios estéticos a los que se ha sometido la ex de Jesulín, el del año 2009 es, sin duda alguna, el que dejó sin habla a la mayor parte de los mortales. Y es que de todos los retoques, ese fue el más radical.
Belén, que no estaba contenta con su tabique nasal, decidió arreglarse la nariz entera. Pero la cosa no acabó aquí, sino que también se arregló las pronunciadas bolsas que lucía debajo los ojos. Unas operaciones que sin duda marcaron un antes y un después.
Es más, tan contenta estaba la Esteban con el resultado que decidió hacer público su nuevo rostro en la portada de la revista ‘Lecturas’. Un negocio que funcionó muy bien, pues se vendieron cerca de medio millón de ejemplares.