Eran muchas las voces que se preguntaban dónde estaba Belén Esteban. Tras su victoria judicial a Toño Sanchís, la colaboradora había desaparecido de la faz de la televisión. Sin embargo, ha sido ella misma la que ha querido compartir con sus seguidores unas fotografías en compañía de su novio, Miguel Marcos, mientras disfrutaba de un viaje en alta mar (sic). Felices, compartiendo momentos cargados de romanticismo, Belén y Miguel posan ante las cámaras que les fotografían. Flash, flash. Y, entre toma y toma, la Esteban se refresca con un cocktail de lo más apetecible.
Tanta felicidad ha provocado un aluvión de críticas en las redes sociales. Las imágenes de la pareja saboreando lo dulce del amor acumulan más de 6.000 comentarios. Más del 80% hacen referencia al sobrepeso evidente de los protagonistas y al tallaje minúsculo del bikini de la copresentadora: “ballena a la vista”, “cómprate un bikini de tu talla”, “más fea y no naces”, “te odia todo el mundo no hay más que leer estos comentarios” son solo un ejemplo de los insidiosos comentarios de los instagramers. Pero la polémica sobre su salud viene por otra fotografía.
5Su primeros cambios más que evidentes
En 2001 Belén Esteban mantenía una relación sentimental con el empresario Óscar Lozano. Así que para gustar más a su chico, la colaboradora decidió aparcar su toque discreto y apostar por un maquillaje mucho más atrevido. Y lo mismo hizo con su vestimenta. Pero, no contenta con estos pequeños cambios, la Esteban decidió ir más allá y someterse a su primera operación estética. Apostó por someterse a una mamoplastia con el fin de aumentar sus senos. Y lo consiguió. Solo hay que ver sus apariciones, en las que lucía feliz y radiante con su nueva talla de pecho, una 95 para ser más exactos.