Las alarmas saltaron el día de Sant Jordi cuando Alfred García compartió con sus seguidores el libro que le había regalado a Amaia Romero. España de mierda, una publicación del cantante Albert Plà, en el que se narra, de forma satírica, las peripecias de un artista uruguayo que llega a España y no puede triunfar debido a los problemas con la cultura. Las redes ardieron. El título de la obra se relacionó con la teoría de que Alfred es independentista y, los protagonistas, tuvieron que salir al paso de los comentarios a través de un vídeo que colgaron en sus redes sociales.
La polémica estaba servida. Muchos fueron los que cuestionaron a los concursantes de Operación Triunfo y señalaron su desatino (sic) literario. Otros, en cambio, no dudaron en mostrarles su apoyo y, sobre todo, en defender la libertad de cada cuál a la hora de escoger una lectura de cabecera. Es el caso de su compañera Ana Guerra que, en la cresta de la ola gracias a Lo Malo, ha querido recordar que la única motivación de sus compañeros es la música y que «se ha magnificado todo demasiado».
Unidos sobre todas las cosas
Las palabras de Ana confirman que la relación entre los concursantes de la última hornada de Operación Triunfo es perfecta. Está claro que no hay nada que les separe y que, en efecto, se ayudan ante las adversidades que acarrea ser tan populares. Y tan naturales. ¡Nos encantan!