A Jaime de Marichalar le costó que la infanta Elena se fijara en él. Tuvo que insistir para que accediera a salir. Aquello empezó de forma tímida. Para la hija de los Reyes Eméritos, aquel joven de familia noble era un amigo. Poco a poco, Jaime consiguió encandilarla a base de conversaciones que versaban sobre un mundo al que ella era ajena, detalles y mucho tesón. Acostumbrada a ir con un look casual, Elena de Borbón se sintió muy atraída por los consejos que Marichalar le aportó sobre cómo mejorar su imagen.
5Marichalar cansado de la persecución periodística
Cuando se produce una separación entre los royals, la Corona intenta opacar al cónyuge que no pertenece a la familia real. Le pasó a Lady Di cuando se divorció del príncipe Carlos. A Sarah Ferguson cuando rompió con el príncipe Andrés de Inglaterra o a Alexandra Manley con el príncipe Joaquín de Dinamarca, por citar solo algunos ejemplos. En este sentido, las cosas han ido igual para Jaime de Marichalar. Tras anunciarse el cese de la convivencia con doña Elena, fue como si desapareciera.
Siempre se ha comentado que Marichalar estaba harto de la persecución periodística y de ahí que eligiera un perfil bajo. Nada de dejarse ver en fiestas con gran proyección pública o en el front row de las principales pasarelas de moda. Todo indica que este exilio de la vida social fue impuesto tras su salida de la primera familia del país. Pero, como nobleza obliga, Jaime no puede abrir el pico y explicar su realidad. Quizás, algún día se desclasifique el documento donde constan las cláusulas, que algunos califican como leoninas, de esta separación. Al respecto, en Zarzuela no sueltan prenda sobre si la ex pareja se ha divorciado o ha iniciado los trámites de nulidad, algo que se comentó con insistencia hace tiempo.