A Jaime de Marichalar le costó que la infanta Elena se fijara en él. Tuvo que insistir para que accediera a salir. Aquello empezó de forma tímida. Para la hija de los Reyes Eméritos, aquel joven de familia noble era un amigo. Poco a poco, Jaime consiguió encandilarla a base de conversaciones que versaban sobre un mundo al que ella era ajena, detalles y mucho tesón. Acostumbrada a ir con un look casual, Elena de Borbón se sintió muy atraída por los consejos que Marichalar le aportó sobre cómo mejorar su imagen.
3Diferentes formas de educar
En cuanto a la educación de Froilán y Victoria Federica, han existido diferencias. Mientras que Jaime era partidario de que se educaran como otros niños de su edad, la infanta creía que debían familiarizarse con ciertos usos y costumbres propios de la familia Borbón. Ella era más proclive a la mano dura para frenar a su hijo mayor, de ahí que creyera oportuno que pasara una temporada en un rígido internado americano para limar su carácter. Su ex nunca estuvo de acuerdo porque sabía que aquello significaba padecimiento para un chico tan sensible como Froilán.
En cierta ocasión, Marichalar disfrutó de Las Fallas con sus hijos. Los tres tuvieron una gran presencia mediática en Valencia, dejándose ver al lado de las principales autoridades de la ciudad, como la fallecida Rita Barberá, algo que irritó en Casa Real dado que Jaime no les había avisado de sus intenciones. La ex pareja mantuvo una sonada discusión. Para entonces, un muro les separaba. A día de hoy, siguen sin cruzar palabra ni compartir espacio.