De «mierda». Así ha calificado la estilista palentina Paloma González el ya difunto programa ‘Cámbiame’ de Telecino.
Pero eso no es todo. Pese a no haberse formado para aparecer en televisión, González tiene muy claro cuál es su sitio: la pequeña pantalla. Dice gustarle «mucho» porque «ve una cámara y se vuelve loca». Por ese motivo, se aventura al decir que «la televisión perdería mucho» si prescindiera de ella.
Inicios turbulentos
Se coló en nuestros televisores hace pocos meses, cuando el espacio apostó por hacerles a sus concursantes los imposibles cambios de imagen en directo. Y desde entonces ha dado mucho que hablar.
Pocos días llevaba la palentina en el programa de cambios, pero suficientes como para saldarse con su primera víctima televisada. Y es que la ardua y acalorada disputa que mantuvo con su ex compañera Natalia Ferviú, fue crucial para que esta última abandonara el espacio, alegando a que se estaba convirtiendo en un espectáculo del que no quería formar parte.
Cristina Rodríguez, su nueva víctima
De nada valen las cinco nominaciones a los premios Goya, de la estilista valenciana nacida en Benidorm. O su nominación en 2016 a los Premios Gaudí por el filme ‘Anacleto: agente secreto’. Para Paloma, Cristina Rodríguez no tiene ni idea de vestir. Y lo tiene que hacer público porque si no iría «en contra» de su «criterio como estilista».
Y es que durante su estancia en el programa de cambios, a la ex abogada le parecían «un cuadro» los estilismos que Rodríguez hacía a los participantes porque son «muy distintos» a los que ella hace. ¿Dónde quedan los aplausos que le dedicaba Paloma a Cristina al ver sus cambios, o las bonitas palabras que le dedicaba?
Teniendo en cuenta quien es Paloma, de nada tiene que extrañarnos. Ella es la «puta ama», «está buena» y tiene «personalidad». Larga vida al ego, señores.