Felipe VI no puede más. La última semana ha sido de alto voltaje en su casa, y no ha tenido ni un solo minuto en el que poder desconectar de la enorme crisis institucional que se ha creado en torno a la Casa Real. El Rey, cansado ya de todo esto, ha conseguido encontrar la salida a todo el embrollo, aunque para ello se haya tenido que morder la lengua en muchísimas ocasiones en tan solo una semana.
3Lo primero, la vergüenza de Letizia
Una de las cosas que, desde Casa Real, tomaron adecuado hacer fue tomarle el pulso al pueblo, sabiendo que este se había puedo mayoritariamente del lado de la reina Sofía. Por ello, Letizia, la pasada semana, tuvo que enfrentarse a los abucheos del pueblo, cuando asistía a un acto oficial, tanto a la entrada como a la salida. Sin duda, un momento bochornoso para la Reina de España, y con el que pretendían que aprendiera la lección.
Unas horas en las que Letizia comprendió la gravedad de lo que había hecho, y que sirvió, de paso, de escarmiento para no conseguir que estas cosas volvieran a suceder. Sin embargo, la Reina es como es, y cambiarla es casi imposible. Felipe VI lo sabe, y tenía que solucionar la crisis institucional a pesar de todo.