Felipe VI no puede más. La última semana ha sido de alto voltaje en su casa, y no ha tenido ni un solo minuto en el que poder desconectar de la enorme crisis institucional que se ha creado en torno a la Casa Real. El Rey, cansado ya de todo esto, ha conseguido encontrar la salida a todo el embrollo, aunque para ello se haya tenido que morder la lengua en muchísimas ocasiones en tan solo una semana.
1Felipe VI vuelve a la normalidad de su agenda
Tras una complicada semana que no se la desearía ni al mayor de los republicanos, Felipe VI ya ha vuelto a la normalidad. O, al menos, eso parece. Ayer asistió, de nuevo, a un acto oficial que, casualmente, le llevó de vuelta a Cataluña. Allí sigue sin ser bien recibido, algo con lo que ya contaba, pero incluso la amarga bienvenida que ha tenido en Barcelona le ha permitido respirar aliviado.
Y todo después de una semana en la que conciliar el sueño ha tenido que ser muy complicado en Zarzuela. Y todo, por los desdenes de su mujer y Reina de España. Una especie de discusión, que se hizo pública, y que no ha dejado indiferente a nadie. La semana, sin duda, en la que menos ha dormido y en la que más ha tenido que trabajar de puertas para adentro Feliple VI.