Felipe Juan Froilán de Marichalar como no podía ser de otra manera vuelve a ser la principal noticia del foco mediático, como cada semana, para la Casa Real. Poco parece que le ha durado a la reina Letizia, ser el plató principal de este meollo sensacionalista, tras su comentada actuación con la reina emérita Sofía, en la pasada misa de Pascua.
Las aguas parecen seguir su cauce, pero Froilán parece que no ha perdonado esta ofensa a su mujer, probablemente favorita del mundo, su abuela. El hijo de la infanta Elena se trasladaba hasta el hospital dónde su abuelo, Juan Carlos I, era intervenido quirúrgicamente. Tras unas horas viendo a su abuelo, tomó el primer AVE para descansar en Málaga y es aquí, dónde empezó todo.
4Froilán, la antítesis de la Casa Real
Sin embargo, esta no es la primera vez que manifiesta su opinión libremente, sin pensar en las repercusiones que puede tener, pues han sido muchas las veces que se ha sentido libre de opinar. Sin duda, la figura de Froilán, supone la antítesis frente a todos los miembros de la Casa Real.
Él no busca ganarse la simpatía de la prensa, como si lo hacen el resto de la monarquía, que intenta alejar toda la polémica. Froilán es sincero, no deja que ofendan a los suyos, independientemente de lo que pueda pasar. Y sí, es cierto que también desata mucha mala fama a la Casa Real, con temas que están alejados de la monarquía, pero que también la afectan, como las juergas del «pequeño» Froilán. A lo mejor, aunque a veces sus intenciones no son malas, debería pensar más detenidamente cuando es beneficioso dar la cara y cuando no.