Como en todos los núcleos familiares, hay tradiciones que vienen desde un lejano tiempo atrás, debido a las que las generaciones predecesoras las han ido manteniendo. Pero a veces, por A o por B, estas acaban mutando o simplemente perdiéndose en el olvido. Como no podía ser de otra manera, la Familia Real no es una excepción.
Desde que Felipe VI de Borbón subiera al deseado trono español estos cambios se han hecho cada vez más visibles. Unas transformaciones que se encuentran en todos los ámbitos posibles, desde temas de religión hasta los deportivos.
2La Familia Real parece olvidar el esquí
El motivo del supuesto olvido de esta práctica deportiva era que a las pequeñas herederas del trono, Leonor y Sofía, junto a la reina Leticia no parecía gustarle esta actividad. Pues desde el 2005, el año posterior a la fecha de su anuncio de matrimonio, no habían vuelto a esquiar. Cuestiones estéticas alegaron para justificar su no regreso.
La Reina se encontraba embarazada de Leonor y, por tanto, debieron de encontrar peligroso la práctica de este deporte. Sin embargo, a medida que la princesa Leonor fue creciendo, tampoco volvieron a la supuesta amada pista de esquí. Estética o no, de todo el mundo es sabido que a Letizia este deporte no le agrada demasiado. Un gusto que parece que las ha inculcado su madre, puesto que las niñas no han paseado mucho por las pistas de esquí.
Pero como como con la moda, todo vuelve. Y este regreso se ha producido paradojicamente este año. Aunque no en el mismo sitio, la Familia Real cambia su tradicional zona de esquí, por otro, cambiando la de Baqueira por Astún. Se produce, por tanto, una evolución en las antiquísimas tradiciones que don Juan Carlos I inculcó a Felipe VI ¿A que se deberá este cambio? Estamos seguros de que se hacen la misma idea que nosotros.