Como un jueves más en esta primavera que parece no terminar de llegar, tocaba una nueva gala de ‘Supervivientes’. La edición está más candente que nunca, pero la del pasado jueves ha sido, sin lugar a dudas, una de las noches más intensas que viviremos en 2018. Una gala en la que sucedieron tantísimas cosas que va a ser complicado resumirlas, pero seguro que no consigues perderte nada si lees el artículo al completo.
3Las pruebas de localización y de líder
Una noche más, tocaba descubrir quién se encontraba en cada uno de los lados. Por un lado, el equipo del Maestro Joao llevaba ya tres semanas afincados en el lado salvaje, mientras que el de Sofía Suescun había vivido en la comodidad del lado civilizado. Esta semana, una prueba de fuerza decidiría el lado en el que habitarían cada uno de ellos. Tal y como se podía perfectamente predecir, cada uno de los grupos continuó en el mismo lado en el que llevan habitando ya casi un mes, por lo que nadie cambió.
Por su parte, en la prueba de líder de los supervivientes, esta semana se tenían que enfrentar a un juego que ponía a prueba la fuerza de voluntad de cada uno de ellos. Deberían de enfrentarse a un plato de espaguetis con tomate y queso, que pesaban 500 gramos. El objetivo era conseguir que dejaran el peso total en 450 gramos. Quién más se acercara, sin comer de más, a la cifra exacta, se haría con el collar del líder. En el lado civilizado, fue Francisco el que se hizo con el premio, mientras que en el lado salvaje Raquél Mosquera fue la que más se acercó.