Sofía de Grecia dejó atrás su hogar cuando empezó a formar parte de la Familia Real española. Su matrimonio con el rey Juan Carlos I de Borbón, la convirtió en Reina consorte de España durante casi cuarenta años. Su relación con el pueblo español empezó siendo fría y hostil, pues poco se conocía de la que fue Reina de España. Sin embargo, pronto se ganó el favor y el cariño del pueblo español. Y estamos seguros que a pesar del descanso que está teniendo ahora, tras la abdicación de Juan Carlos I en 2014, hay muchas cosas que Sofía echa de menos de ser la Reina de España.
3Sofía de Grecia: Una abuela ejemplar ante todo
Con motivo de todos estos casos de corrupción, la Reina se ha visto desplazada de cuatro de sus nietos: Juan Valentín, Pablo Nicolás, Irene y Miguel, todos ellos fruto del matrimonio entre la infanta Cristina e Inaki Undargarin. Sofía, que contaba durante su reinado con una agenda prevista de reuniones y apariciones, esperaba ansiosa sus ‘vacaciones privadas’ en el Palacio de Marivent, en Mallorca, para estar con todos sus nietos a la vez.
No obstante, a medida que se ha ido reduciendo el círculo de los integrantes de la Casa Real que asisten a la misa del Domingo de Resurrección, también se han ido disminuyendo todas las posibilidades de ver a toda su familia a la vez, como hace unos años podía hacer. Puesto que como cabe esperar, ninguno de los nietos mencionados asiste a estos actos oficiales. Aunque estamos seguros de que la relación con sus nietos no ha cambiado mucho, pues es de todos conocidos que la antigua Reina es una abuela muy querida por todos ellos, incluidas la princesa Leonor y la infanta Sofía, a las que quiere mucho a pesar de verlas en contadas ocasiones.
Sin duda, Sofía de Grecia ha mostrado a lo largo de todos estos años, que es una mujer luchadora con un gran corazón. Sofía ha sabido hacerle frente de la mejor manera posible a los múltiples escándalos en los que la Corona se ha visto envuelta, mientras sonreía ante todos los medios ganándose siempre el cariño del pueblo español.
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