Hace ya tiempo desde que Jaime Rafael Ramos María de Marichalar y Sáenz de Tejada, más conocido como Jaime de Marichalar, se divorciara de la infanta Elena de Borbón en enero de 2010 dejando de ser así el miembro díscolo de la Casa Real española. Letizia entró a formar parte activa de la Familia Real desde algo antes de aquel histórico noviembre de 2003. Podríamos decir así que casi 10 años de relación, y aparente buena relación, mantuvieron el exmarido de la Infanta y la actual Reina de España.
Ahora, en unas declaraciones de Marichalar para una conocida revista, la crítica de Jaime podría detonar esta cordialidad entre el noble y la esposa de Felipe VI. Los motivos y consecuencias, a continuación.
5La reina Letizia sigue las tendencias y las adapta a su estilo
El estilo de la reina Letizia se encuentra constantemente expuesto a examen. ¿Cómo debe vestir una reina? ¿Debe doña Letizia mantener un peinado fijo por cuestiones dinásticas y de retratos oficiales así como lo hizo la reina Sofía? Desde 2014, momento en el que la esposa de Felipe subió al trono de España como consorte, la monarquía ha dado un importante giro. No solo en cuestiones con relevancia de Estado sino en asuntos algo más banales y frívolos (que también importantes) como la vestimenta de los miembros de la Familia Real.
Con el escudo de la austeridad y la meritocracia por bandera, doña Letizia ha conseguido dejar de ser noticia por “repetir” outfit. De hecho, por el uso que le da a su buen fondo de armario hemos podido detectar cuáles son sus vestidos, complementos e incluso joyas favoritas. En la imagen que adjuntamos podemos ver cómo Letizia ha llegado a repetir el mítico vestido de Hugo Boss hasta en cinco ocasiones (actualmente más de diez). El modelo en cuestión no es más que un traje sencillo, sin mangas y falda lápiz. Llama la atención el estampado algo abstracto con tonos claros, negros y grisáceos. Su estreno oficial data de octubre de 2013. En estos cuatro años y medio doña Letizia ha amortizado bastante este vestido atemporal de una de sus firmas favoritas. Un hecho que demostraría que seguir las tendencias y adaptarlas a tu propio estilo (en este caso al de doña Letizia) no es sinónimo de carencia de personalidad.