Empieza la cuenta atrás para Iñaki Urdangarin. La Casa Real es consciente de que la situación personal de la infanta Cristina se torna turbia como consecuencia de los problemas judiciales que su marido arrastra desde hace casi siete años.
¿Qué decisiones internas tomará la Casa del Rey para librar esta batalla? ¿Cuál es la última baza que podría jugar el cuñado de Felipe VI para prolongar sus días en libertad?
5El pulso real entre Felipe VI y su hermana Cristina
El año 2014 fue clave en el devenir de la Familia Real. En junio de aquel año, Juan Carlos I abdicó la Corona en su hijo, Felipe. Una decisión que venía de muy atrás pero que tomó premura por el mazazo que supuso la imputación de la infanta Cristina en el caso Nóos.
Con Felipe VI al frente y Letizia como consorte, los nuevos Reyes se encontraba delante de sí con la nada asequible misión de reestructurar una institución que por ese y otros escándalos estaba rota en mil pedazos. En el propósito interno de composición y con las bases de la meritrocracia por bandera, Felipe VI no titubeó a la hora de revocar a su hermana y su cuñada el ducado de Palma de Mallorca. La infanta Cristina, herida de muerte, decidió publicar una carta donde informó de que la renuncia era suya. Por primera vez, la Casa del Rey se puso al frente de uno de sus miembros y desmintió con un mensaje claro y rotundo: «La revocación del Ducado le compete en exclusiva al Rey. La única renuncia voluntaria que le corresponde a la Infanta es la de sus derechos sucesorios».