Las pequeñas de Palacio tienen un vínculo que le acercan al resto de personas de este mundo. A pesar de su corta edad, ellas ya saben lo que les gusta y lo que no. E, incluso, exigen lo que quieren hacer a pesar de tener muy pocos años. La princesa Leonor y la infanta Sofía, aunque pequeñas, son exigentes con lo que les gusta y lo que no. Y, uno de los gustos que les han sido descubiertos, se ha visto que les une casi al resto de mortales.
3Los peligros del exceso de libertad con la princesa Leonor y la infanta Sofía
No se nos puede olvidar que no estamos hablando de dos niñas «normales», sino de las futuras herederas del trono español. Su disciplina es casi fundamental para que puedan ejercer sus cargos con total ejemplaridad, algo que se les exige, incluso, cuando todavía son solo unas niñas. Ninguna de las dos ha pronunciado discurso alguno, pero su compostura es analizada ya al milímetro.
Por eso, cualquier tipo de irregularidad en su educación puede provocar el inicio de una serie de actos que acaban siendo el origen del nacimiento de una Reina y una infanta que, para nada, podría ser lo querido por los españoles. Hablamos de como si al final fuera Froilán quien se coronara como Jefe del Estado. Por eso, deben de tener cuidado con este tipo de alzamientos de autoridad dentro de palacio.