Paz Padilla y los motivos por los que está más lacrimógena que nunca

Paz Padilla

Paz Padilla está más sentimental que nunca. La distancia que existe entre ella y su hija puede ser uno de los motivos. Y es que ha llegado una temporada mala para la presentadora, en el que la lágrima fácil, es su fuerte. También ha recibido de nuevo la llamada de la maternidad y desea adoptar a un niño a sus 48 años. En el pasado programa de Jesús Calleja, estuvo muy lacrimógena. La consecuencia de su llanto: un viaje a África.

Paz Padilla: Planeta Calleja y su nuevo deseo

Paz Padilla

En su paso por ‘Planeta Calleja’, Paz Padilla, disfrutó de un viaje a África. Si se puede llamar a eso disfrutar, ya que la presentadora no pudo dejar de llorar al darse cuenta de las miserias y del hambre que existe en África. Los niños se morían por inanición y sus madres no podían hacer nada. Esta aventura impactó mucho a Paz Padilla que ahora desea adoptar a un niño a sus 48 años.

«Lo importante es comer, que los hijos no se te mueran y que mañana puedas tener algo que darles». Paz Padilla echa mucho de menos a su hija, que como consecuencia de la vida, ha tenido que irse a estudiar a Inglaterra. Será por causa de lo mayor que está: «está muy mayor ya la cabrona». Ahora Paz Padilla tiene deseos de adoptar a un niño y la edad no le importa. 

Las injusticias hacen llorar a la presentadora

Paz Padilla

En ‘Sálvame’ también pudimos ver a una Paz Padilla con lágrimas en los ojos, consecuencia del enfrentamiento de la familia de Chiquito de la Calzada. Y es que, la familia de Chiquito se lleva muy mal. Los problemas de la familia han provocado un gran sufrimiento en Paz Padilla.

«Siento dolor, rabia y vergüenza». Un título había provocado un enfrentamiento familiar. Los reconocimientos al humorista y el reparto de la herencia de Chiquito de la Calzada han hecho que  todo salte por los aires. Se están creando gordos problemas en la familia del humorista. Paz Padilla, ante tanta injusticia, rompió a llorar. “Si le hubieran dado la medalla en vida, no hubiera tenido que ir nadie a recogerla”.