Un estamento tan tradicional como la monarquía es algo que debe evolucionar con el paso del tiempo. Letizia Ortiz es el más claro ejemplo de esa evolución monárquica del siglo XXI. Antes de su llegada a palacio, las quinielas estaban echadas. Parecía que nuestro príncipe solo podía casarse con aquella que tuviera sangre real o noble.
El más claro ejemplo era el de sus padres, Sofía y Juan Carlos, estaban destinados a estar juntos bajo una sola corona. Felipe y Letizia, además de otros reyes tuvieron que esperar a una segunda oportunidad para poder casarse. Repasamos las divorciadas más célebres con príncipe incluido.
6Máxima de Holanda, plebeya como Letizia
La argentina Máxima de Holanda es una de las caras conocidas de los nuevos reinos. No proviene de ninguna casta europea, cruzó en atlántico cuando se enamoro de un Guillermo que la llevaría hasta lo más alto. Es una de las reinas mejor preparadas que hay en activo, con un curriculum envidiable.
Máxima se licenció en economía y desarrolló una carrera profesional meteórica en Nueva York. En esa ciudad conoció a su príncipe, no dudo en dejarlo todo y empezar a estudiar neerlandés. Ha traído sangre nueva a una monarquía que parecía acabada, es un nuevo icono muy querido para una Holanda cada día más cosmopolita.