‘Cámbiame’ ha iniciado una nueva etapa lejos de sus inicios. Los tres mosqueteros: Pelayo Díaz, Natalia Ferviú y Cristina Rodríguez se han separado para siempre. Ahora Pelayo es el rey, que actúa como jurado, Cristina sigue con su virreinato y han aparecido nuevos coaches. En este nuevo formato dirigido por Carlota Corredera y con algunas novedades importantes, no está la dulce Natalia Ferviú.
La estilista decidió marcharse en un momento de tensión. Salió literalmente por la puerta de atrás. No quería hacer ruido, pero provocó un estruendo que todavía hoy se escucha. ¿Será Natalia la responsable de una pérdida de audiencia evidente? ¿Habrá llegado ‘Cámbiame” al límite? Natalia Ferviú sigue su vida más feliz que unas castañuelas, mientras el barco en el que estuvo años se hunde.
1Natalia Ferviú, el corazón de ‘Cámbiame’
Natalia Ferviú era el equilibrio en una pugna de egos evidente. Por un lado, la reputada estilista Cristina Rodríguez. Una mujer con mucho recorrido y unos gustos un tanto especiales que se sentaba a su lado. En su lado opuesto, Pelayo Diaz, la versión masculina de un estilista con mucha vanidad.
Ellos eran un trío inseparable. Cada uno, cumplía a la perfección su papel de consejero y de hada o hado madrino de los concursantes que llegaban al plato. Eran tres personas tan distintas, entre las que destacaba Natalia, con su corazón y sus lágrimas sinceras. La Ferviú no tenía ego, solo unas ganas enormes de hacer bien su trabajo.