El cantante se ha atrevido a dar uno de los pasos más importantes para él: Reconocer públicamente la cantidad enorme de excesos que ha cometido a lo largo y ancho de su vida profesional. Miguel Bosé siempre ha estado envuelto en una vida de polémica, pero ahora es cuando ha querido decir toda la verdad que se esconde detrás de la fama y el lujo que le ha proporcionado el mundo de la música, al cual se ha dedicado en cuerpo y alma durante sus más de 40 años de carrera.
Durante mucho tiempo se ha estado especulando acerca de los posibles excesos que ha podido cometer Miguel Bosé en todos los sentidos. Desde excesos con sustancias blandas y duras. El cantante reconoce no haberse cortado en ningún momento, pero, sin embargo, parece que ahora todo ha vuelto a cambiar, para conseguir algo que es lo que más le interesa en estos momentos: el bienestar de sus hijos.
De hecho, estos excesos, incluso, podrían haberse llegado a ser fruto de una adicción que, por suerte para Miguel Bosé, ya son cosa del pasado. Y es que, desde que en 2011 nacieran sus primeros hijos, decidió darle un giro completo a su forma de vida, para dedicarse en cuerpo y alma a los pequeños, rechazando en todos los sentidos estos excesos tan perjudiciales para su salud.
Una de sus grandes adicciones era a las bebidas alcohólicas. De hecho, reconoce que no ha dejado una botella sin abrir cuando se encontraba una, y que el consumo habitual era su día a día. Pero hasta el punto en el que, incluso, podría considerarse que su estado normal llegaba tras haber bebido. «Alcohol, vamos, me he bebido todo el que he podido; todo el que ha dado tiempo a beberme y el mejor, el malo también», reconocía en el Festival Viña del Mar a la prensa que cubría el evento. Sin duda alguna, unas declaraciones que han dejado a todo el mundo pegado a la silla.
Sin embargo, esta no ha sido la única adicción de Miguel Bosé, porque el cantante también ha afirmado que ha sido adicto a otro tipo de sustancias. No ha querido especificar cuáles han sido, pero ha dejado claro que no ha habido sustancia sobre la faz de la tierra que no haya probado alguna vez. «Fumar y el resto también, todo», decía a los medios.
Sin embargo, de la noche a la mañana, decidió cortar de raíz todas estas malas prácticas para su salud, al despertar de su letargo una vez ya lo había hecho todo y, sobre todo, cuando aparecieron las personas más importantes en su vida: sus hijos. «Yo ahora no hago nada porque ya lo he hecho todo», confesaba. «Lo que pasa es que desperté un día y dije: ‘¿Y ahora qué? ¿Cuál es el chiste? ¿Para qué me sirve todo esto?», unas declaraciones tremendamente duras, que desvelan el oscuro pasado por el que pasó el artista.
Y es que, por suerte para el artista, todo esto ya forma parte de su pasado. Hemos sido testigos, en más de una ocasión, como las adicciones y exceso han provocado que las carreras de más de un arista hayan terminado en un final terriblemente trágico. Uno de los ejemplos más claros los podemos encontrar en la ya fallecida Amy Winehouse, que falleció tras haber vivido una vida llena de excesos, en el que el alcohol se convirtió en su principal e inseparable compañía.
Miguel, por suerte, ha podido contar con el apoyo de su familia, con la que siempre se ha sentido muy apoyado y recogido. Lucía Bosé, su madre, seguro que le aconsejó para que se alejara de este tipo de comportamientos, y en especial cuando se dispuso a poder conseguir a sus primeros gemelos, Diego y Tadeo; y en especial cuando a los pocos meses llegaron las otras dos alegrías a su casa: Ivo y Telmo.
Otra de las cosas que podrían haber provocado una recaída en estas adicciones tan peligrosas podría haber sido el triste fallecimiento de su sobrina, Bimba Bosé, el año pasado. Un momento clave en la vida del artista, que se sentía muy apoyado por su sobrina, y que con su pérdida podría haber supuesto una recaída en sus adicciones. Sin embargo, su entereza y, sobre todo, la presencia de su descendencia, consiguieron que no recayera en estas peligrosas prácticas.
Además, otro de los pilares que siempre le ha mantenido con el horizonte más o menos claro, ha sido la que, desde siempre, ha sido su mayor pasión de todas: la música. La profesionalidad del artista ha hecho que, cada vez que tenía un compromiso laboral, consiguiera cumplir con creces con las expectativas que de él se tenían.
Cuando la profesión llamaba a su puerta, la profesionalidad de Miguel Bosé hacía que se mantuviera a raya de sus adicciones, para ofrecer la mejor grabación, actuación o concierto. Siempre pensando que es lo que más le ha dado en esta vida: por un lado, cumplir su sueño, y por otro, mantener el nivel de vida que desde siempre ha mantenido; y que ahora le permite que a sus retoños no le falte de nada.
«Por ese sentido de la responsabilidad que tengo y de respeto a algo que se llama la música, que me lo ha dado todo en la vida y a la que le debo absolutamente todo, me he levantado cada mañana a pesar de los pesares y he estado a la altura en cada situación en la que tenía que estar. Eso ya fue tiempo pasado», decía Miguel Bosé, dejando claro que todo esto fue en un pasado en el cual estuvo «perdido», pero por suerte, ya ha encontrado el camino a seguir.