La tenista Arantxa Sánchez Vicario está disputando el peor partido de su vida. En el aspecto profesional ha sido una deportista que ha disfrutado de muchos éxitos y victorias. En el terreno personal sus triunfos se convirtieron en lágrimas y su vida familiar se vino abajo.
Arantxa lo dejó todo por el amor de su vida, el padre de sus dos hijos. Perdió hasta la relación con su familia directa y se mudó a miles de kilómetros de la que había sido tu casa. En toda relación de pareja hay sus más y sus menos, pero en la de Arantxa las sombras se han instalado para no marcharse.
4Un hombre con una historia recurrente
Josep y Arantxa se conocieron en Ibiza. Por aquel entonces Arantxa estaba casada con su primer marido, Joan Vehils, corría el año 2007. El conquistador se presentó acompañado de la mano de la prima de Yola Berrocal. Luciendo su curriculum de socio de un prestigioso gimnasio de la isla. Estaba en forma, vestía bien y lucia un coche de alta gama.
Iluminó totalmente el camino de Arantxa y la convenció de que era el amor de su vida. A simple vista lo tenía todo, pero escondía detrás un terrible secreto. Presumía de yate y de chicas guapas, pero no había trabajado en su vida. Sus dudosos negocios le proporcionaban el lujo que necesitaba, aunque eso Arantxa no lo sabía.