La tenista Arantxa Sánchez Vicario está disputando el peor partido de su vida. En el aspecto profesional ha sido una deportista que ha disfrutado de muchos éxitos y victorias. En el terreno personal sus triunfos se convirtieron en lágrimas y su vida familiar se vino abajo.
Arantxa lo dejó todo por el amor de su vida, el padre de sus dos hijos. Perdió hasta la relación con su familia directa y se mudó a miles de kilómetros de la que había sido tu casa. En toda relación de pareja hay sus más y sus menos, pero en la de Arantxa las sombras se han instalado para no marcharse.
1Un divorcio anunciado
Arantxa Sánchez Vicario se casó enamorada de su marido, Josep Santacana. La familia directa nunca vio con buenos ojos, lo acusaba directamente de tener un interés por la fortuna de Arantxa. Josep hizo todo lo que estaba en sus manos para conseguir alejar a la tenista de su familia y llevarla muy lejos.
El matrimonio durante estos años ha tenido dos hijos. Arantxa de 9 años y Leo de 7 que están siendo los más perjudicados por la separación de sus padres. Ambos viven en Miami y disfrutaban hasta hace unos días de una cómoda vida en un ático. Ahora han sido separados de su madre para irse con su padre y su nueva pareja.