La infanta Cristina y Urdangarin disfrutan del que probablemente sea su último día de San Valentín juntos, a la espera de la sentencia del caso Noós. Son una pareja que parece indestructible. Contra viento y marea han aguantado todas las tempestades posibles. Apartados de su familia y la Casa Real, viven en el exilio de lujo suizo.
Barcelona, Washington y Ginebra han sido sus nidos de amor, fuera de Casa Real. Hay mucha unión en esta familia, muchas noches en vela que nunca se han desvelado y una adicción que podría ser terrible. Los secretos de alcoba de la infanta Cristina y Urdangarin son tan escandalosos que puedes hacer sonrojarse a toda la Casa Real española.
7Llamadas en la oficina
La relación prosiguió gracias a llamadas a la oficina. De esta manera ambos se evitaban levantar sospechas o dejar rastro de su relación. Escuchar sus voces y recordar los instantes que pasaron juntos consiguió mantener la relación. Por lo que se intuye de los correos, fue algo más larga de lo esperada.
Años de pasión a la sombra de un trabajo que además de problemas, le lanzó a los brazos de otra mujer. Urdangarin jugaba a dos bandas, era el marido fiel y el amante. Para la corona también era el buen yerno y el peor que ha conocido la Casa Real. A punto de convertirse en el primer miembro de la Casa del Rey en pisar una cárcel.