Juan Carlos I, Rey Emérito de España. Un señor octogenario que, debido a su trayectoria y posición, ya poco lo importan lo que digan o lo que piensen de él. ¿O no es del todo así? El padre del Rey Felipe ha hecho tambalear en innumerables ocasiones los cimientos de Casa Real, una institución a la que no ha respetado de facto.
Y hablamos de Casa Real, incluyendo concretamente a su séquito privado más íntimo (los apodados ‘los cuatro fantásticos’) que se las han visto y deseado para proteger la espalda del Monarca dentro y fuera de los muros de Zarzuela.
5Botsuana
El 14 de abril es un día que el Rey Juan Carlos llevará grabado a fuego durante toda su vida. En primer lugar, el 14 de abril de 1931 se proclamó en España la II República, la palabra más temida para alguien como él, un Rey elegido a dedo y elevado hasta el trono y aceptado por el pueblo porque «más vale lo malo conocido».
Nadie podía imaginar que 81 años más tarde, concretamente el 14 de abril de 2012, supondría para Juan Carlos I el principio del fin. Aquel día, el Rey de España tuvo el accidente que haría que los medios de comunicación tirasen de la manta y hablasen abiertamente de una relación furtiva e infiel. Aparecía el nombre de Corinna. La estrepitosa caída del Rey en el delta del Okavango, con la consecuencia de una cadera rota y una operación de urgencia en Madrid, supuso un declive en picado respecto a la popularidad de la monarquía en España. El Rey, tras su intervención quirúrfica, tuvo que dar un paso al frente (con muletas) y disculparse por haberse escaqueado de sus obligaciones como jefe del Estado en un país que estaba sumido, en aquel momento, en una profunda crisis económica.