El matrimonio González Flores, formado por Lola Flores y Antonio González ‘El Pescaílla’ era de ellos y para ellos. Lola era una mujer especial, genio y figura, fin de raza, diva (y modestia aparte, como diría ella misma). Siempre quisieron pintar a Antonio como un hombre a la sombra de su esposa, y es que, pese a su arte con la guitarra y su maestría a la hora de dar forma definitiva a la rumba catalana, El Pescailla callaba mientras Lola hablaba.
En estos días, la periodista Pilar Eyre ha desvelado un secreto que más que una revelación ha sido recordatorio. Mucha atención porque los González Flores guardan historias para no dormir.
2Los González Flores, de acuerdo con ‘Interviú’
Lola Flores era una mujer que creía que controlaba el medio. En ciertos aspectos lo hacía. Tenía esa forma única de seducir a propios y extraños con una mirada simpática, un guiño del Sur y una carcajada cómplice. Precisamente eso le sucedió a Miguel Ángel Gordillo, comercial de la desaparecida revista ‘Interviú’.
Lola Flores aceptó la oferta de ‘Interviú’ para aparecer el topless pero aquello debía hacerse bajo cuerda, en silencio y con la discreción que supone un contrato tácito e interno entre la artista y la publicación. Las fotos se tomaron en la piscina de ‘Los Gitanillos’, la casa de verano de Lola en Marbella. «Recuerdo que me abrió El Pescaílla y me dijo: «¿Qué vienes, a por ella?». No se me olvida. Nos sentamos en su terraza los tres, Lola, mi fotógrafo y yo, y antes de empezar a hablar se subió la camiseta y nos enseñó los pechos. Me soltó: “Esto es lo que tú quieres», relataba Gordillo para ‘El Confidencial’.