No es ningún secreto que en los intramuros de Casa Real se esconden historias para no dormir. Lejos de los jardines de Zarzuela, una madre y una hija comparten un dolor que arrastran hasta nuestros días.
Doña Sofía sintió un enorme ilusión cuando el primer hijo que trajo al mundo se trató de una niña, Elena. Pese a que el príncipe Felipe es el niño de sus ojos, y sobre él llegó a declarar «estoy enamorada de mi hijo», su verdadera debilidad es Elena, con quien comparte una fluida relación y en estos días, algo una situación que las une más que nunca.
4Jaime de Marichalar se negaba a ser un segundón
El inicio del romance entre la infanta Elena y Jaime de Marichalar fue difícil. Al aristócrata le costó bastante trabajo acceder al corazón de la primogénita de los entonces Reyes de España. Sin embargo, cuando accedió, ya no hubo vuelta atrás. Una espectacular boda en Sevilla, engalanada completamente para el enlace de la primera hija de don Juan Carlos y doña Sofía.
La Avenida de la Constitución era un desfile de Casas Reales de todo el mundo, aristócratas, políticos, magnates, altos ejecutivos y empresarios del ámbito nacional e internacional. El altar mayor de la Catedral de Sevilla recibía a una pareja para casarla, para siempre, ante los ojos de Dios. Nada más lejos de la realidad. Aquello murió, para desgracia de algunos y fortuna de otros, unos años después.