No es ningún secreto que en los intramuros de Casa Real se esconden historias para no dormir. Lejos de los jardines de Zarzuela, una madre y una hija comparten un dolor que arrastran hasta nuestros días.
Doña Sofía sintió un enorme ilusión cuando el primer hijo que trajo al mundo se trató de una niña, Elena. Pese a que el príncipe Felipe es el niño de sus ojos, y sobre él llegó a declarar «estoy enamorada de mi hijo», su verdadera debilidad es Elena, con quien comparte una fluida relación y en estos días, algo una situación que las une más que nunca.
1El intermitente amor de Juan Carlos y Sofía
Según narran las crónicas de la época, la historia de amor entre don Juan Carlos y doña Sofía estaba basada en una instancia superior, básicamente urdida por Francisco Franco. Poco de color rosa tuvo esta unión entre futuros Reyes. Eso sí, los inquebrantables hombros de la reina doña Sofía han soportado carros y carretas, un compromiso que adquirió con la Monarquía y sobre todo, con España.
Mientras tanto, no revelamos nada nuevo si afirmamos el Rey Juan Carlos I ha hecho de su capa un sayo. Lo ocurrido en Botsuana ya sucedió anteriormente. Ambas escapadas tenían nombre de mujer: Corinna Larsen (anteriormente zu Sayn-Wittgenstein) y Marta Gayá. Un día, la reina Sofía, cansada de de las humillaciones de su marido, quiso escapar. Preparó a sus hijos y los cuatro emprendieron camino a Madrás, donde vivían su madre y su hermana…
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