Muchas veces, aunque pueda parecer increíble, ser segundo puede ser, incluso, mejor que quedar primero. Uno de los mejores ejemplos de esto lo encontramos en ‘OT’. Repasamos la historia del concurso revolución del año que, ahora que está a punto de su final, supondrá un cambio radical en la vida del segundo finalista, más incluso que en el del primero.