Julián Muñoz ha tenido que volver a sentir uno de los sufrimientos más grandes que recuerda: acabar con sus huesos en prisión. A pesar de no haber vuelto a tener que ingresar en una cárcel, se encuentra en estos momentos en un centro penitenciario en el que tendrá la libertar muy coartada.
Y es que, a pesar de lo que parecía que justificaba su salida de prisión, lo cierto es que se ha conseguido demostrar que en realidad su estado de salud no era tan grabe como se esperaba y que puede continuar recluido en la cárcel.
3Durante el juicio del Caso Malaya
Una vez se inició el juicio, y tras haber salido de prisión al superar el tiempo máximo que permite la ley para permanecer en prisión provisional, Julián Muñoz empezó a mostrarse un poco desmejorado. Nada preocupante ni alarmante, sino achaques propios de la edad. Las canas se acentuaban en su tan característico bigote, que lucía más corto, y algún que otro signo de expresión más marcado.
Las arrugas empezaban a poblar su cara, y se mostraba notablemente más delgado. Un poco menos lustroso, se podría decir, que se encontraba Julián Muñoz. Un hecho que no le impidió tener que regresar a prisión hasta que, finalmente, le fue concedido el tercer grado penitenciario al ex edil de Marbella.