Isabel Preysler es una mujer que siempre ha sentido especial predilección en seguir los dictámenes de su corazón. Enamoradiza al máximo, durante los últimos años está viviendo un amor maduro al lado de su premio Nobel particular, Mario Vargas Llosa. Tal y como todos sabemos, antes de iniciar su relación con el peruano, Isabel Preysler estuvo casada con el exministro Miguel Boyer, hasta su muerte.
Desde el fallecimiento de Boyer en 2014 se encuentra esperando una herencia que no termina de estar del todo clara. La reina de corazones tiene mucho amor para dar, pero siempre esperando esa recompensa en forma de compensación económica. Una viuda que todavía no ha cerrado una de las puertas más polémicas de este país, la herencia del hombre con el que estuvo casada más de 25 años.
4La administración tampoco tiene noticias
Durante estos años, las cuatro personas que deben quedarse con el patrimonio de Boyer tampoco han pagado los impuestos correspondientes. La Agencia Tributaria reclamó a los herederos presentar la documentación particional de la herencia y proceder al pago de los impuestos el verano de 2017.
Como todavía no están de acuerdo, parece que estos impuestos tendrán que esperar. En el momento en el que se realice la partición con el beneplácito de todos, tendrán que satisfacer estas tasas. En el testamento ya estaba presente la demora de hasta cinco años para que ninguno tuviera problemas con el fisco.