Bertín Osborne vuelve a estar señalado por la justicia. Además de ser un cantante y presentador de éxito, también se decantó por crear algunos negocios empresariales que rara vez le han salido bien. Su faceta como empresario le ha llevado a crear su propia franquicia. El auge de este tipo de modelos empresariales y los suculentos beneficios que parecen generar llevaron a Bertín a lanzarse a la piscina.
Cuando uno no está del todo preparado para emprender un negocio desconocido es mejor no hacerlo. Bertín tenía en ‘El rincón de Bertín’ una manera de darse a conocer en el mundo de las tapas y de las cañas low-cost. Un sector con una enrome competencia que al parecer ha acabado con las esperanzas de ganar dinero del artista. Sus franquiciados exigen una compensación económica por los puntos del contrato que se han incumplido de forma reiterada hasta la fecha.
4 Las deudas con hacienda
No es la primera vez que Bertín Osborne se enfrenta a problemas con la ley. En 2003 se sentó en el banquillo de los acusados por problemas con hacienda. Todo negocio debe cumplir una serie de pagos y obligaciones fiscales y el no cumplió con lo establecido. Una mayor facturación siempre representa un aumento de las tasas a pagar, algo que no tuvo en cuenta.
Para evitar problemas más graves, Bertín recurrió al alzamiento de bienes, esperando proteger su patrimonio. En aquella ocasión fue condenado a pagar 900.000 euros a Hacienda. Además le impusieron una pena de un año de cárcel, pero no entró en prisión por tratarse de su primer primer delito de estas características.