Corinna es una de las amantes del rey Emérito Juan Carlos I más conocidas. Una mujer rubia que ostentaba el título de princesa. Además de cautivar al monarca, también se embolsó una gran cantidad de regalos y de detalles con sello español. Unos obsequios que salían del bolsillo de don Juan Carlos, y por ende, de los presupuestos del Estado.
Uno de los mayores escándalos de la prensa internacional que aquí ha pasado desapercibido durante muchos años. Era tal el amor que el Rey profesaba por ella que llegó a cometer algunas locuras propias de un adolescente enamorado. Repasamos como fue el noviazgo del Rey Emérito con Corinna.
5 A 2.000 kilómetros de Juan Carlos I
El que por entonces seguía siendo el Rey, con todas las letras, estaba a miles de kilómetros de su palacio. Continuaba con su agenda oficial sin el menor problema, refugiándose en todo momento en el chalet de los Alpes. Allí recibió la visita de nombres ilustres como el ministro de Asuntos Exteriores o el director del CNI.
La relación parecía de lo más normal del mundo entre el Rey y la princesa. El hijo pequeño de Corinna también vivía con ellos y acompañaba al que parecía su padrastro a las cacerías reales. Una familia perfecta que parecía ajena a los rumores o las reclamaciones del pasado.