El que fuera marido de la fallecida Duquesa de Alba, Alfonso Díez, ha dado un cambio radical en muy pocos años. En su última aparición pública ha salido totalmente renovado, tras haber pasado por chapa y pintura, del taller de su cirujano. Con un rostro que no parece suyo, parece haberle pillado el gusto a eso de la cirugía estética.
4La frente, impoluta
Otra de las cosas que más llaman la atención es que desapareciera signo alguno de expresión de su frente. Antes, que parecía una auténtica montaña rusa de pliegues y marcas, de repente empezó a ser digna de ser utilizada por esquiadores profesionales.
Una tersidad y tirantez propias de quién se ha realizado un lifting en esta parte de la cabeza. Pero luego repetirá el tratamiento para, de nuevo, eliminar las marcas de la edad, pero esta vez, del resto de su rostro.
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