Una de las familias que vive con muchísima ilusión (y dinero) las Navidades es la Casa de Alba. La familia de la fallecida duquesa continúa, por todo lo alto, disfrutando de estas fechas de reunión y de celebración. Como siempre, la Casa de Alba continuará con las tradiciones que ha copado los últimos años, o casi todas, y entre ellas la de dos grandísimas ausencias.
3Los invitados y la gran ausencia
Tal y como la duquesa pretendía en vida, no quería que sus hijos se separaran cuando ella muriera. Bien es cierto que la relación entre ellos ha tenido sus más y sus menos, pero todos los hermanos suelen acudir a tan señalada fecha al Palacio de Liria para ponerse al día de sus vidas.
En esta ocasión, la asistencia está confirmada en todos los hermanos, a excepeción de uno. Se trata de Jacobo, conde de Siruela, y el hermano olvidado de los Alba. Con él es con el que menos comparten el resto de la familia, siendo incluso considerado como la ‘oveja negra’ de los Alba. No obstante, después lo sucedido el pasado año entre los tres hermanos, la situación está algo tensa, y es lo que habría propiciado que no acudiera este año a la cena.