El final precipitado de ‘Gran Hermano Revolution’ abre un debate que lleva años gestándose. ¿Estaremos asistiendo al final de la época dorada de los realities? Con demasiada telerealidad de ha eliminado la emoción de los primeros años, cuando los formatos nos sorprendían a todos, al estar ante algo nuevo y novedoso.
Las cifras hablan por sí solas: Ha habido un descenso significativo de la audiencia en este tipo de formatos. Analizamos las claves que nos han dejado los últimos días en los realities en España.
5 Los realities de Cuatro, rizando el rizo
Cuatro ha sido una de las cadenas que se ha subido al tren de los realities, pero a su manera. Buscando siempre destacar o tener un punto de originalidad, que a veces ha conseguido cuajar y otras han sido un fracaso colosal. ‘Fama, quiero bailar’ es uno de los ejemplos de acierto de la cadena, logrado durante sus primeros años de emisión. Y es que, aunque joven, la cadena logró un pelotazo similar al logrado con ‘Upa Dance’ o incluso con ‘OT’.
En cambio, otros más extremos como ‘Circus, más difícil todavía’ fue un auténtico fracaso, que solo los familiares de los concursantes recuerdan. Se trataba de un intento de fusionar varios formatos en uno, con un tema que no terminó de gustar a la audiencia. El circo hay que verlo en directo, no por la televisión. Una lección que Cuatro aprendió.
Sin embargo, otros formatos veteranos, sobre todo de dating show son los que más están cuadrando dentro de la cadena. El ‘Granjero busca esposa’ o el ‘Un príncipe para…’ son dos de los claros ejemplos de éxito de la cadena pequeña de Mediaset.